En respuesta a mi artículo titulado “A veces hay que contar las como son”. donde cuento sobre las “trampas” que nos plantea la sociedad para comprar cosas materiales que dicen van a brindarnos esa felicidad anhelada, versus invertir en vivencias o en uno mismo.

He recibido una respuesta por parte de una chica, la cual agradezco me haya escrito y se haya sincerado, pues me ha contado una experiencia que ha vivido al irse SOLA por la zona norte de nuestro país; específicamente a Cabarete.

Aquí la respuesta de la chica

William, buenas noches.

Admiro tu trabajo profundamente, me recuerdas a Ariana Arteaga, nuestra siempre viajera venezolana, disfrutarían los dos el conocerse mutuamente.

Desde hace meses quiero hacer una de tus rutas pero por el tiempo no ha sido posible que coordine, sin embargo no pierdo la esperanza de que algún día todo se confabule para que sea posible.

En fin, te escribo porque da la casualidad que este fin de semana que acaba de pasar, ¡por fin pude ir a conocer una playa dominicana! (Tengo una año viviendo aquí en RD, y no había conocido ninguna)

Pues, me animé a regalarme un cumpleaños distinto, me metí en booking y compré dos noches en un apartahotel en Sosua. Viajé sola.

Cuando le hable de mis planes a gente que conozco me dijeron que estaba loca, que no viajara sola, que era peligroso para una mujer, etc etc.. incluso una amiga fue al terminal y me quería bajar del autobús. Lo malo es que soy muy terca y además, yo vengo de Venezuela, de Caracas, yo sé lo que es le peligro de verdad verdad ajajaja ..

El viaje fue soñado en cuanto a servicio, vistas, paisaje, comida, estadía.. wow! El lugar era impresionante.. luego se me ocurrió ir a Cabarete de noche, cené y la verdad es que quería hacer solo eso. Sin embargo, Cabarete un sábado en la noche es una cosa que te posee, así que cuando me di cuenta estaba en una discoteca y amanecí casi a la orilla de la playa.

Fue una noche muy bizarra porque aunque yo la disfruté, no es para todo el mundo, no es para una persona común y corriente. Solo puedo decirte que -y por eso me animé a contarte esta larga historia- eso que dices de que no tengas miedo de viajar solo, aplica en su 90% a ustedes, los caballeros, para nosotras es muy distinto.

Yo porque no soy prejuiciosa, digamos que tengo una mente bastante abierta, pero no fue fácil. Te juro que el 80% de todos quienes allí me vieron, pensaron que yo era prostituta. Aquí no es normal que una mujer sola quiera ir a cenar con una botella de vino, viendo el mar. Entendí el temor de mis conocidos.

Salí ilesa, si, pero solo porque tengo buen temple y me deje llevar. Dos personas me hicieron ver qué “sabian” que yo era prosti, una casi me ofrece a unos turistas, y varios chicos me ofrecieron sus servicios.. ¡no es fácil hacer turismo aquí solo, y siendo mujer!

En fin.. quise compartir esto contigo ya que lo tengo súper reciente, y de repente te pueda ayudar a ver el turismo a través de los ojos de los propios turistas, además de los tuyos.

Sigue tal cual vas, y espero un día poder coincidir en unos de tus fabulosos viajes.

Un abrazo..

¿Qué les parece? Espero sus comentarios…