Un segundo artículo redactado por el escritor Alan Delmonte para el periódico Diario Libre, en el cual seguimos contando parte de lo que vivimos en una ruta de más de 5,000 kilómetros en la India

No podemos dejar que nos caiga la noche en Bihar”, nos decía Kitu Singh, un motorista legendario que tenía cuatro años sobre una motocicleta en la India. Una tarde nublada en Chandigar, la moderna capital de la provincia del Punjab, nos lo habíamos encontrado campante mientras planeaba su próxima ruta de viaje en un internet café…

Súbitamente, con una actuación digna de una estatuilla del Oscar, la chica comenzó a quejarse del retumbante dolor que agraviaba su cuerpo, mientras William, estupefacto, la miraba sorprendido. Al contemplar la escena que se acontecía a unos pocos metros de distancia, salí impetuosamente con actitud de indignación hacia el lugar de lo acontecido, y utilicé mi cuerpo de escudo entre la motocicleta de mi compañero y la decena de personas que habían comenzado a agolparse en un intento de quitarnos las pocas Rupias que teníamos encima. A pesar de que William logró escapar, yo no tuve tanta suerte. Cuando regresé a mi moto, la decena de personas ya se habían convertido en un centenar, y no había escapatoria. Lograron quitarme las llaves, y la provincia más pobre de toda la India comenzó a cobrar vida violentamente.

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William Ramos y Alan Delmonte - India 2009
William Ramos y Alan Delmonte – India 2009