Donde hay un héroe siempre hay un villano, pero en este caso, creo que nos hemos olvidado de nuestra villana…

Independientemente de lo que se haya dicho sobre el acto heroico o no heroico por parte de Luis Carlos Jiménez, este artículo no pretende restar o agregar valor a dicha hazaña, ya que en lo personal considero ha sido un acto de valentía y algo que podría darnos un claro ejemplo de los valores que como sociedad hemos ido perdiendo, y es debido a querer ser pioneros en la comunicación a través del internet y el uso de las redes sociales, dejando a un lado la parte humana y real.

No es noticia para nadie que el primer impulso de la sociedad al ver una chica caer desde un puente es querer sacar su celular y hacer un video en vez de ir a socorrerla, en estos días nadie desaparta una pelea porque prefiere el morbo de filmarla y tener su momento de fama. Existen cientos de casos donde se deja ver la perdida de sensibilidad que se ha ido apoderando de nosotros los seres humanos debido al poder de la comunicación.

Luis Carlos fue un vivo ejemplo de tomar acción y actuar de acuerdo a los principios de lo que es ser un “ser humano” donde preservar la vida está por encima de ganar un minuto de fama, donde sin importar el qué dirán, el prefirió actuar y es loable; lo aplaudo. Mi inquietud y temor en este caso y lo digo a boca llena es qué está pasando con NOSOTROS que no hemos tomado en cuenta el verdadero problema y es la única razón por la cual hoy día nuestro querido Luis Carlos lo consideramos un héroe(que lo es)  y es la JOVEN embarazada de 17 años que todos le hemos perdido el foco porque solo hemos visto como figura principal el acto de valentía de Luis Carlos.

Esta joven más que nunca NECESITA de nosotros. NECESITA de un Cavada que la entreviste y brinde ayuda. NECESITA de un UNIBE que pueda ofrecer alguno de sus talentosos profesionales para sacarla de esa burbuja. NECESITA de una Margarita Cedeño que la acoja en sus programas de solidaridad para que la ayude a vencer las locuras que pasan por su mente, la cual hacen que se sienta insignificante ante una sociedad que le exige tanto. NECESITA de una membresía del gimnasio de Luis Carlos, para que una vez recuperada pueda restablecer su salud física y sentirse “bella” como todas las que entrenan allí.

Solo pido a lo más alto que cuando ella se estabilice no divague entre pensamientos que la hagan confundir cuando se de cuenta que la sociedad la está prácticamente tildando de malvada versus su héroe. Este escrito es simplemente un llamado a todas esas autoridades responsables de cambiar la vida de una persona de un día a otro, para que tomemos en cuenta que ésta joven es una de las nuestras y que podría ser un vivo ejemplo de superación para todos los dominicanos. Hoy más que nunca ella necesita de nuestra ayuda. Aunque yo no sea psicólogo me ofrezco voluntariamente y desde esta vía lo hago público, a tender mi mano amiga y mi amistad para cuando necesite dialogar y enfrentar cara a cara sus miedos y problemas, sepa que tiene una persona más dispuesta a escucharle.

Mis respetos para Luis Carlos Jiménez pero no nos olvidemos de la raíz de este conflicto y la razón por la cual él es nuestro héroe; la víctima que yace luchando entre la vida y la muerte. Esa joven confundida que hoy más que nunca necesita de nosotros y de todos los medios que se encargan de inmortalizar una figura de un día para otro. Vamos a compartir este mensaje y que llegue a las autoridades que puedan protagonizar un antes y un después en esta joven.

 William Ramos